(Por Raúl Armando Prado) La capacitación es un recurso clave para el éxito de las empresas. Hoy en día vemos como el mercado laboral se vuelve cada vez más competitivo y por lo tanto, capacitar al personal es una verdadera y necesaria inversión para las organizaciones, considerando que tiene el potencial de generar beneficios a mediano y largo plazo en términos de productividad, reducción de costos y de crecimiento profesional.

En este sentido, cada vez son más las empresas que prevén en sus presupuestos incorporar un Programa Anual de Capacitación (PAC). Este programa, tiene por objetivo el desarrollo de las competencias necesarias para que los empleados sean más eficiente en sus tareas, como así también, asegurar que las diferentes actividades estén enfocadas a los objetivos estratégicos de la empresa.

Contar con este modelo de organización, es uno de los principales desafíos que enfrentan hoy en día los dueños de Pymes o los gerentes. Pero, para elaborar un PAC debemos tener en cuenta una serie de requerimientos previos, entre los que podemos mencionar a los siguientes: diagnosticar las necesidades del puesto de trabajo; considerar las fortalezas y debilidades de los empleados en las tareas específicas; determinar el rendimiento del trabajo en equipo; analizar los actuales procesos de comunicación; precisar las quejas y sugerencias realizadas por los clientes, a través de los diferentes canales de comunicación, etcétera.

Al iniciar el proceso de capacitación, se debe considerar que, al ser más precisos los diagnósticos laborales, más eficientes y eficaces serán los resultados que se obtengan y por lo tanto, los procesos de cambios se verán manifestados más rápidamente.

Es habitual al realizar un diagnóstico operativo, encontrar una diversidad de inconvenientes  en la gestión de los recursos humanos de una empresa, lo que impide lograr la fidelización de los clientes, como así también el posicionamiento deseado por la organización. Entre estos factores negativos se encuentran los que están vinculados con: la atención a los clientes, la comunicación y el trabajo en equipo.

En el primero de los casos, los factores más determinantes son: falta de empatía con el cliente, insuficiente conocimiento del servicio o producto que se ofrece y ausencia del sentido de pertenencia.

En el segundo de los casos, podemos indicar que la regular o ineficiente comunicación se da en el 80% de las organizaciones y esto generalmente sucede así, por no saber escuchar, porque los jefes no se aseguran que los mensajes fueron interpretados correctamente por el personal, por generar contenidos improductivos, como es el caso de los chismes, etcétera.

Por último, en relación al funcionamiento de los equipos de trabajo, también podemos comentar algunas razones por la cual no hay un buen desempeño, como ser: prevalencia de los objetivos personales sobre la del equipo, desorganización entre sus miembros, ausencia de un liderazgo eficiente, falta de definición de los roles y funciones de cada miembro, entre otras.

Todos estos inconvenientes que normalmente se determinan en los diagnósticos de gestión, mayormente se dan porque no hay una política en la organización, que contemple un plan trabajo con la correspondiente metodología de aplicación. Esto es sumamente necesario para el éxito en las organizaciones, sumado a un programa de capacitación, que provea las herramientas necesarias a los empleados para llevar con éxito los procesos de cambios, la fidelización de los clientes y al crecimiento de la empresa.

10 razones por las cuales debemos mantener una política sostenida de capacitación:

  • Se logra la fidelización de los clientes.
  • Potencia el conocimiento profesional de cada empleado.

· Fortalece la confianza y autoestima del personal.

  • Incrementa la producción.

· Mejora la calidad de los servicios o productos.

  • Favorece a la formación de equipos de trabajo.
  • Elimina los costos por ineptitudes.
  • Erradica los rumores o chismes.

· Elimina los temores a la incompetencia.

  • Mejora la comunicación interna y externa.
  • Hace viable las políticas de la organización.

Por último, me gustaría cerrar esta columna, compartiendo una famosa frase sobre la capacitación:

“Solo hay algo más caro que formar a las personas y que se marchen, no formarlos y que se queden”. Henry Ford