Desde el Gobierno nacional tienen como objetivo obtener el financiamiento necesario, de al menos 15.000 millones de dólares, para concretar una de las mayores iniciativas de la actual gestión: una economía sin cepo cambiario. Las autoridades confían en que la inflación continúe en baja gracias al superávit fiscal y que haya una recuperación económica en forma de "V" para los próximos meses.

En diálogo con Norte Económico, el economista Eduardo Robinson remarcó que la eliminación del cepo podría resultar en una considerable acumulación de deudas en pesos. "En este escenario, es probable que una parte significativa de la emisión adicional de moneda nacional se destine directamente a la compra de dólares en el mercado. Esta tendencia se explica en gran medida por la falta de señales claras y seguras en el contexto político actual respecto a la dirección de la política económica", señaló.

Según la visión del especialista, el Fondo Monetario Internacional (FMI) no está dispuesto a desembolsar la cantidad de necesaria que requiere el Gobierno para liberar el cepo cambiario. “El propio FMI está a la espera de observar si hay más acuerdos políticos y mejoras en la hoja de ruta, además de monitorear el desarrollo de los eventos futuros”, precisó.

Por su parte, el economista Pablo Agustín Pero aseguró que “la eliminación del cepo cambiaría la economía de forma drástica, facilitando la importación y la competencia con la producción local, lo que podría ayudar a reducir algunos precios”.

“Levantarlo de forma gradual y segmentada sería más prudente, permitiendo que el Banco Central siga acumulando reservas y que el proceso de estabilización continúe, evitando que cualquier shock negativo cause un impacto brusco. Abrir gradualmente ciertas operaciones, empezando con un grupo limitado y luego ampliándolo, ayudaría a mantener la confianza y la estabilidad”, analizó.

Consecuencias

Robinson analizó que una de las principales herramientas que tiene el Estado para alcanzar el anhelo de una economía libre de cepo cambiario es reducir el gasto público. Sin embargo, aclaró que esta situación “no es tan simple en Argentina, ya que el sector público tiene una gran influencia en la economía privada del país”.

“Recortar el gasto público de manera acelerada podría sumir a la economía en una recesión profunda. Por lo tanto, las medidas que está implementando el Gobierno podrían llevar más tiempo en mostrar resultados. Se necesita un programa económico más coherente y consistente para generar un verdadero cambio. Pareciera que las acciones tomadas hasta ahora han sido improvisadas, sin un plan claro. Falta claridad en la hoja de ruta actual”, concluyó.