En los próximos meses, se vislumbran cambios significativos en el sector inmobiliario. Un tema central de debate que ha perdurado es acerca de la Ley de Alquileres, la cual no logra satisfacer completamente a propietarios, inquilinos y gestores inmobiliarios. La más reciente modificación anunciada por el Gobierno consiste en la "derogación de la Ley de Alquileres", con la intención de restablecer el funcionamiento sin contratiempos del mercado inmobiliario y hacer que el proceso de alquiler no sea una odisea.

Fernando Guzmán, titular en el Colegio de Corredores Inmobiliarios de Tucumán, abordó esta situación.En diálogo con Norte Económico, destacó que la búsqueda se orienta hacia una "ley mucho más flexible" que permita a las partes acordar la mayoría de las disposiciones.

En relación con la dolarización de los contratos, detalló que esta práctica se realiza actualmente en Tucumán en el ámbito comercial. Sin embargo, en lo que respecta al alquiler de viviendas, la experiencia es limitada. 

“Personalmente, no creo que lleguemos a dolarizar los alquileres de viviendas, por lo que se podría considerar la búsqueda de periodos de actualización más cortos y la utilización de un índice comprensible para ambas partes. A menos que estemos tratando con un alquiler de vivienda para una persona que recibe ingresos en dólares, en ese caso, esta alternativa podría resultar familiar y viable para ambas partes. No obstante, dado que la negociación implica diversas consideraciones, es poco probable que lleguemos a un acuerdo para el alquiler de viviendas en dólares”, precisó.

El nuevo esquema propone que, en lugar de utilizar el Índice de Contratos de Locación (ICL) que usaban los contratos firmados después de julio del 2020 o el índice Casa Propia, sean el inquilino y el propietario quienes puedan ponerse de acuerdo sobre cada cuánto tiempo actualizar el contrato. 

“En mi opinión, esta perspectiva nos brinda la libertad de reconocer que las dinámicas son diferentes en la Capital Federal o Buenos Aires que en Tucumán. Es probable que aquí optemos por utilizar un periodo de actualización diferente al de Buenos Aires y busquemos un índice que refleje de manera más precisa los ingresos y la realidad habitual en la provincia”, afirmó. 

Guzmán advirtió que Buenos Aires se inclinará directamente hacia la dolarización, observando la tendencia de cómo evoluciona ese mercado. “Sin embargo, considero que en nuestra situación no llegaremos a ese extremo, y por lo tanto, tanto la actualización como los índices serán beneficiosos para ambas partes”, aseguró. 

Tiempo de análisis y negociación

La propuesta de este nuevo esquema es reciente y desde el sector advirtieron que la actividad no está paralizada. En este sentido, señalan que en las próximas semanas ofrecerán la oportunidad de analizar la nueva normativa y es probable que los contratos que estaban por firmarse estén actualmente en proceso de negociación, definiendo los plazos y el índice bajo el cual iniciar.

“No lo describo como una paralización sino más bien como una pausa. Esto facilitará que las partes lleguen a acuerdos durante este período y luego comenzaremos a tener una visión más clara. Con el tiempo, veremos cuál es la actualización que más conviene al propietario y cuál es el índice más favorable para el inquilino. En definitiva, estas negociaciones entre las partes determinarán la dinámica habitual del mercado inmobiliario en Tucumán”, concluyó.