En una reflexión profunda sobre la intersección entre la inteligencia humana y artificial, Federico Lix Klett, co-fundador de Clever Hans AI, compartió su visión sobre los desafíos y oportunidades que enfrenta el mundo empresarial. Federico es Licenciado en Comunicación Social, con estudios en diferentes campos como la filosofía, antropología, teología, finanzas, estrategia de negocios, gestión de proyectos, diseño, gestión del talento y fundador de centros de innovación. Además, es PMP (Project Management Professional) y Scrum Master Certificated por la Scrum Alliance International. A lo largo de su trayectoria profesional, se desempeñó como consultor estratégico con experiencia en diversos sectores y tipos de empresas.

En diálogo con Norte Económico, destacó que estamos presenciando un “cambio de era” que desafía nuestra cognición, aunque advirtió que aún respeta la soberanía de la voluntad humana. “La inteligencia es algo profundamente humano, un aspecto del cual aún desconocemos mucho. A través de la inteligencia, nos convertimos en seres conscientes que nos distinguen como humanos. Sin embargo, la comprensión de la inteligencia artificial, una ciencia dentro de la informática con múltiples facetas, se presenta como un desafío debido a su complejidad”, explicó. 

En este punto, Lix Klett analizó que la noción de inteligencia artificial ha sido tema de discusión durante más de 80 años. “Debe entenderse como una herramienta que potencia nuestras capacidades como individuos. La velocidad del progreso en el ámbito científico supera considerablemente al sector empresarial en la actualidad”, indicó.

"Es clave que los empresarios comprendan que con la IA ganan lo más valioso que tienen, el tiempo"

“Ante cambios significativos, solemos reaccionar de dos maneras: quedarnos inmóviles o movernos rápidamente. Un cambio radical se avecina y los empresarios lo perciben. Sin embargo, la falta de comprensión acerca de la inteligencia artificial genera preocupación, especialmente por las posibles repercusiones negativas, como la sustitución de empleos”, añadió.

En un consejo directo a los empresarios, el profesional enfatizó en la necesidad de dedicar tiempo a la reflexión en medio de las dinámicas diarias y las crisis. “Tomarse unos minutos para reflexionar es esencial. La rutina diaria del empresario, sumada a las crisis y dinámicas del país, a menudo nos roba ese tiempo necesario para pensar. El consejo primordial es sentarse, reflexionar y, si la respuesta no surge, buscar la asesoría de un experto”, aconsejó.

“Observo empresas perdiendo tiempo al recurrir a soluciones habituales para problemas conocidos. La intervención de expertos puede acelerar procesos y optimizar el recurso más preciado para cualquier empresario. Es esencial que comprendan que el uso de la inteligencia artificial les permite ganar tiempo de manera significativa”, aseguró.

"Es clave que los empresarios comprendan que con la IA ganan lo más valioso que tienen, el tiempo"

Una nueva perspectiva 

A través de Clever Hans AI, Lix Klett y su equipo desarrollan soluciones de inteligencia artificial a medida para pymes. Sin embargo, destacó que la esencia de su trabajo es hacer entender que, más allá de negocios rentables, la clave es comprender a la IA como una extensión de nuestras capacidades más que en su sustituto. Por eso, el profesional señaló que hay una nueva perspectiva que él denomina “Humanidad Aumentada”. 

“Es crucial abordar este concepto, ya que implica un cambio en la esencia misma del ser humano. En el futuro, al buscar eficiencia y eficacia mediante la combinación de inteligencia humana e inteligencia artificial, los empresarios seguirán valorando la conexión humana con los principios fundamentales”, precisó.

El especialista introdujo el concepto emergente de Inteligencia Emocional Artificial (IEA) y destacó los beneficios que las empresas pueden obtener a partir de esta nueva concepción. “La actualidad nos introduce a la IEA, que se centra en la generación de datos que comprenden nuestras emociones. Los empresarios obtienen beneficios en términos de tiempo, eficiencia y efectividad en la cadena productiva. Además, se pueden lograr reducciones de costos significativas en áreas donde programas específicos permiten la optimización de tareas”, remarcó.

Sin embargo, Lix Klett puntualizó que los valores humanos no deben perderse de vista en esta transformación que hoy evidenciamos. “La gestión de talentos implica potenciar habilidades, formación y valores como la integridad, la pasión y la curiosidad. La persona íntegra es aquella que se adhiere a valores coherentes, la pasión impulsa el amor por lo que se hace, y la curiosidad alimenta la capacidad de asombro ante lo nuevo. La diversión y el disfrute en la vida provienen de la curiosidad, llevándonos más allá de los límites establecidos”, finalizó.