El interés por las tecnologías de la información tuvo su pico máximo en la pandemia. La posibilidad de trabajar desde casa, en un contexto de aislamiento obligatorio a nivel mundial, sedujo a miles de personas que empezaron mirar con buenos ojos la inmensa oferta académica y laboral, con prometedores salarios (incluso en dólares) y grandes posibilidades de progresar en un rubro con crecimiento exponencial.

Sin embargo, apareció un obstáculo: la falta de mano de obra calificada. Desde las compañías empezaron a notar que el exceso de trabajadores surgidos de los “cursos mágicos” no era el personal experimentado que necesitaban para seguir creciendo.

Respecto de este y otros temas, habló Santiago Ruiz Nicolini, propietario de Infomanager. En diálogo con Norte Económico, el empresario expresó que el problema coyuntural que enfrenta el sector pasa por no contar con los incentivos necesarios para convertir a potenciales talentos en recursos valiosos. Por eso, opinó que “el desafío para crecer no está no solo en promocionar la industria del conocimiento, sino también en la generación y desarrollo de los recursos a través de políticas activas para que los talentos sigan prosperando”.

Desafío: Generar políticas para el desarrollo de los talentos digitales

Sobre el exceso de cursos ofrecidos principalmente durante la pandemia, señaló que se trató de una “burbuja” en términos de oferta y de demanda. “La demanda de talento digital va a ser creciente. En relación a la oferta creo que hubo una moda en cursos vendidos como la salvación que no se condicen con lo que pasa hoy en la industria”, manifestó. Asimismo, transmitió que “lo vemos con preocupación porque sentimos que se está bastardeando la industria de generar talento digital por estas promesas que son distintas a la realidad. Nos dimos cuenta de que lo que buscamos son recursos experimentados”.

En este punto también se refirió a la brecha cambiaria y opinó que “el negocio de vender talento afuera deja de ser tan interesante cuando la brecha cambiaria se reduce”.

En cuanto al impacto del exceso de mano de obra en las empresas, señaló que “como buen exceso de demanda lo que hace es subir los precios. Si tenés más demanda ajusta el precio, y en este caso los salarios hacia arriba. Eso es muy positivo para los programadores o para cualquier talento digital, pero no así para las empresas de software, en especial para las que proveen productos o servicios en Argentina. Si es hacia el exterior es diferente”.

Al respecto, agregó: “Las empresas requieren más recursos informáticos y la oferta en un momento determinado es bastante estática. Como respuesta a ese desequilibrio de mercado lo que sucede es una oferta de cursos, capacitaciones y oportunidades en talento digital que no aporta lo que necesitamos porque no es lo mismo un “junior” que un “senior”, un “job ready” que un “not job ready”, ni una pasantía que alguien experimentado”.

No obstante, destacó que Argentina, y particularmente Tucumán, “es un talento apetecible para el mundo” y una plaza competitiva en relación precio calidad.

Según Ruiz Nicolini, la síntesis del problema coyuntural que tiene la industria del software “es saber que hay una oportunidad, pero también un problema porque no encontramos hasta ahora una manera razonable de capitalizar una potencial inversión para que los recursos se capaciten y se queden o bien, si no se quedan, que de alguna manera, como sucede en el fútbol, se pague por sus derechos federativos”.